Si la imagen la tenemos nosotros en la misma carpeta que el sitio web, sólo hay que escribir el nombre de la imagen.
Si la imagen está en una subcarpeta de la carpeta del documento actual, lo que es muy recomendable si tenemos varias imágenes en la página, indica el nombre de dicha subcarpeta, seguido de una barra diagonal (/) y del nombre de la imagen.
Se muestra una imagen que no está en nuestro ordenador ni en nuestro espacio web, sino directamente en Internet, en este caso en Pixabay, un sitio con imágenes gratuitas.
Cada imagen debe acompañarse siempre de un texto que será mostrado en el caso de que la imagen no esté disponible y que sirve además como descripción en aplicaciones lectoras para personas con discapacidad visual. El texto alternativo se inserta con el atributo alt.
Con los atributos width (ancho) y height (alto); podemos indicar explícitamente la anchura y altura que tendrá una imagen. Si únicamente se define la anchura, la altura será proporcional. El valor, entre comillas, puede venir expresado en dos formas diferentes:
En este caso los estilos se encuentran mezclados con el código html.
Los estilos “inline” tienen muchas limitaciones y hay que procurar evitarlos, simplemente si quisiéramos cambiar el tipo de letra de los títulos2, habría que ir haciéndolo de uno en uno y eso sería mucho trabajo para un sitio web grande. Para evitar esto, podemos “centralizar” los estilos insertando la etiqueta style dentro de la cabeza (head) del HTML.
Lo mejor es separar el código HTML de los estilos, de esta forma es mucho más fácil leer los archivos HTML, además un mismo archivo CSS puede utilizarse para dar estilo a varios archivos HTML.
Si el archivo CSS está guardado en el mismo directorio o carpeta que el archivo HTML, hay que especificar una dirección relativa, como la siguiente: link rel="stylesheet" type="text/css" href="nombre _del _archivo.css"